jueves, 17 de julio de 2014

Aniversario 104º de fundación.



Hoy con motivo de conmemorar los 104 años de la fundación del Cuerpo de Bomberos de Melipilla, queremos saludar especialmente a cada uno de los Oficiales, Voluntarias y Voluntarios de cada compañía, hoy un día especial, donde se suma una nueva brigada en formación, futura nueva Compañía de Bomberos, hoy donde las buenas nuevas llegan a esta Ciudad. donde cuatro de las 5 compañías próximamente pasaran a ocupar nuevos cuarteles, donde se ven cambios en el Material rodante de la institución, queremos dar una mirada al pasado.

Hace 104 años atrás,  en el pueblo de Melipilla, vecinos, empresarios, obreros, gente con voluntad al prójimo se reunía para fundar nuestro Cuerpo de Bomberos, y dos compañías que serían las que darían inicio a este proyecto de personas que velarían por los siniestros que ocurrieran en el valle de Melipilla.

104 años que han estado llenos de tragedias en la ciudad, que ha visto como la tecnología ha ido desarrollando nuevas formas de trabajo, de enfrentar las emergencias, donde se han sumado nuevas emergencias que atender, donde no solo son los incendios, sino un sin fin de ayudas necesarias para la comunidad, 104 años que han visto, como centenares de hombres y mujeres han pasado por esta institución, dos hombres caídos en acto de servicio, y muchos hombres fallecidos que han entregado su vida a la institución.

En esta institución noble, la tradición sigue en pie, hoy con motivo de celebrar ese día donde visionarios hombres dieron el vamos a este proyecto llamado Cuerpo de Bomberos de Melipilla, dejamos en claro que seguiremos creciendo para dar un mejor servicio y con mejores hombres, profesionales de la emergencia, que con su voluntad se entregaran día a día por la satisfacción del deber cumplido.

Feliz centésimo cuarto aniversario Cuerpo de Bomberos de Melipilla.

lunes, 21 de abril de 2014

TEMPLE DE ACERO

 Hace algunos días, todos nos mostrábamos impactados con el peor incendio registrado en la historia del Chile contemporáneo y que afectaba a Valparaíso. Muy pocos se mostraron indiferentes ante esta tragedia que enlutaba a modestas familias de los cerros porteños y que en cosa de horas, acabó con su historia, sueños y patrimonio.
Melipilla, provincia y comuna acostumbrada a las tragedias de esta índole, no podía estar ajena a esta realidad que estábamos enfrentando y de inmediato distintas organizaciones comenzaron a elevar diferentes campañas de recolección de ayuda, entre ellas, nuestro Cuerpo de Bomberos.
Muchos mirábamos con impotencia las imágenes en televisión y no dábamos crédito a lo que nuestros ojos observaban, ya que nuestro principal enemigo, el fuego, seguía avanzando y no daba tregua, era un incendio extremadamente complejo en todos los aspectos, pero ahí estaban nuestros cofrades porteños, apoyados por bomberos de distintas regiones, desde los mas grandes, hasta los mas modestos Cuerpos de Bomberos, porque bien lo sabemos, cuando vestimos nuestro uniforme, somos uno solo.
Nuestro aporte, en primera instancia, fue darle impulso a esta campaña organizada por algunos de nuestros voluntarios, apoyados desde el comienzo y de manera incondicional, por la Superintendencia de la institución. Se realizó la difusión por los distintos medios de prensa y redes sociales, claro que nuestra sorpresa fue tremenda cuando fuimos percibiendo el apoyo de los melipillanos, que se volcaron en masa hacia el cuartel y la calle Valdés, como nunca, fue testigo de como nuestra comunidad llegaba con sus donaciones, en alimentos, agua, ropa, artículos de aseo y otros. Viajaron desde cada rincón de esta zona, incluso emocionaba ver a vecinos minusválidos que en sus sillas de ruedas, cargaban sus donaciones, porque hay que entender que nadie, pero absolutamente nadie, está ajeno a sufrir una desgracia, especialmente si hablamos de incendios.
Contamos con la valiosa colaboración de diferentes empresas y personas que nos facilitaron camiones y transporte para hacer llegar la ayuda que recolectamos y que fueron varias toneladas. Pero faltaba algo, nuestro aporte como bomberos necesariamente debía ser mas allá que solo llevar provisiones, nuestro trabajo es dar lo mejor de nosotros en la parte humana y técnica; fue entonces, mientras recolectábamos las donaciones, que nos organizamos y pedimos las autorizaciones del caso para acudir. Logramos reunir un aproximado de 40 bomberos y fue así que el miércoles 16 de abril de 2014, a las 8:30 de la mañana, salió desde nuestro cuartel una caravana que llevaba la ayuda en víveres, ropa, más un microbus y un camión que transportaba a los bomberos melipillanos con su logística para trabajar en los cerros de “la joya del pacífico”.
En el viaje, se mostraban los rostros ansiosos por ayudar de cada voluntario que participó, hasta que fuimos entrando por la avenida Santos Ossa del puerto y al mirar a nuestra izquierda, vimos la realidad, lo que se ve en la televisión no logra graficar ni un tercio la imagen de estar ahí, es como recordar esos documentales de la Segunda Guerra Mundial, cuando las bombas atómicas arrasaron con dos ciudades japonesas.
La desolación estaba ante nuestros ojos, la tristeza se percibía en el ambiente, pero siempre el chileno saca desde lo mas profundo, esa fuerza para motivarse y que mejor instalando en distintos sectores de los cerros desbastados, la bandera de nuestro país, muchas rasgadas y algo quemadas, pero siempre flameando al viento, dando una demostración de esperanza y de decir “aca estamos, vivos y no nos vamos a rendir”, actitud que fue destacada por muchos medios de prensa extranjeros.
Una vez que entregamos una parte de la carga de los camiones en la bodega de Comandancia del Cuerpo de Bomberos de Valparaíso, recordemos que muchos voluntarios resultaron damnificados, se dispuso de una camioneta institucional que nos guió y coordinó todo para que nos dirigiéramos al que sería nuestro destino y campamento transitorio por 24 horas. Así nos fuimos adentrando por las calles porteñas, congestionadas por tantos vehículos con ayuda provenientes de todo Chile; también fuertemente custodiadas por las fuerzas armadas y de orden, hasta que llegamos a una explanada o cancha improvisada en medio de una quebrada, donde convergían los cerros La Merced, Ramaditas, La Cruz y Las Cañas.
Descargamos el resto de las donaciones de los camiones, con ayuda de un grupo de universitarios que realizaron una extensa cadena humana hasta el centro de acopio del lugar, luego de eso preparamos la fase dos de nuestra misión y que también sería muy importante, subir a los cerros y ayudar “in situ” a las familias afectadas en la remoción de escombros y lo que fuese necesario para seguir dando pasos en el retorno a la normalidad.
Nuestro trabajo específico se desarrolló en tres sectores, para lo cual nos dividimos en equipos de trabajo. Comenzamos las labores en los cerros Ramaditas, La Cruz y Las Cañas, siendo este ultimo lugar, el que nos dejó vivencias que jamás olvidaremos.

DON PEDRO

Ya eran las 5 de la tarde y los primeros voluntarios en ascender llegaron a trabajar en el cerro La Cruz y Ramaditas, mientras otro grupo se quedó en el cerro Las Cañas, concentrando nuestras fuerzas en una casa que estructuralmente de veía muy compleja en su demolición y que tal vez por lo mismo aun seguía ahí sin mayores cambios, pero como para nosotros no existe la palabra “imposible” sin antes intentarlo, nos quedamos ahí. Nos recibió el dueño de casa, don Pedro, quien estuvo en un principio acompañado de sus familiares, quienes al pasar de las horas se trasladaron a los albergues, quedando este hombre solo acompañado por nosotros. El equipo de trabajo comenzó a realizar el despeje de algunos escombros para comenzar con la demolición de los muros y pilares que impedirían el eventual arribo de una vivienda de emergencia para don Pedro, fue así, que provistos solo de herramientas manuales como chuzos, palas, combos (martillos de gran envergadura) y hachas, comenzaba una tarea que al mirarla parecía titánica, ya que requería principalmente de fuerza bruta.
A un costado de la casa se encontraba un móvil de el canal de televisión MEGA, quienes estuvieron atentos a todo lo que hacíamos, con algo de incredulidad tal vez, ya que estábamos ante una mole de concreto y hormigón armado, que claramente nos dificultaría cada acción que realizáramos y nosotros solo contábamos con medios rústicos para seguir la faena.
Comenzaba a caer la noche y el trabajo avanzaba a paso firme, los pilares caían, los escombros iban siendo despejados para seguir derribando esa casa que mostraba los estragos del incendio. El animo de todos estaba al 100%, entre bromas y gritos de motivación fuimos demostrando que la unión hace la fuerza, también sentimos que la solidaridad y el amor que Melipilla entregó en esta campaña, estaba representado en cada uno de nosotros y eso renovaba las fuerzas. Nos turnábamos en los trabajos mientras algunos se hidrataban y alimentaban para no fatigarse; fue increíble como en un instante en el que hacíamos una pausa, mirábamos a nuestro alrededor y solo se veía trabajando en el sector a los vecinos afectados y a bomberos de diferentes localidades; fue ahí cuando analizamos que esto es una vocación a toda prueba, sin horarios y que nos quedaba toda la madrugada para lograr nuestro objetivo. En un momento de la noche el móvil de televisión que estaba en el lugar comenzó un despacho en directo para su noticiero central, mostrando y destacando nuestra labor cosa que nos dio un nuevo impulso, porque no solo éramos los bomberos de Melipilla, éramos parte de los Bomberos de Chile y que estamos orgullosos de serlo.
Transcurridas unas horas, me acerqué al dueño de casa, don Pedro... créanme que he visto y he participado en muchas charlas motivacionales, pero este hombre de quien les narraré algunas cosas, es sin duda el mejor representante que tiene nuestro país el día de hoy, en ese aspecto.
En su cuerpo aun se apreciaban algunas magulladuras propias de haber tenido que soportar estoico el embate del fuego y así  fue como don Pedro contó su experiencia:
“Mijo, yo estaba acá en mi casa cuando veo aparecer a lo lejos el fuego, mas o menos hay dos kilómetros de aquí a la punta de la quebrada, y fui a ayudar a un hermano que vive en el cerro del frente, cuando llegué allá no se podía hacer mucho, así que rescatamos algunas cosas y vi que el fuego avanzaba muy rápido; me devolví a la casa a tratar de mojarla, porque apareció un viento a mas de 50 nudos (100km/h cosa que no es exageración en los incendios de este tipo) caían brazas desde el cielo y se prendió el pino que usted ve al lado del retén de carabineros, señal de que esto se venía fuerte, yo estaba sobre el techo de la casa mojándola pero el agua se volvía vapor de inmediato, fue ahí que dije hay que arrancar y al tratar de hacerlo caí del techo, pero el susto era tan grande que no sentí dolor, rescaté una guitarra y una chaqueta y salí, a mi familia la había evacuado antes, yo estaba solo contra el fuego, pero no se podía hacer nada”. en ese momento le pregunté cual era su sentir luego de un par de días y salieron desde lo mas profundo de su ser las siguientes palabras: “ahora no hay que llorar ni lamentarse, ahora hay que mirar adelante y tal como le dije a muchos, lo que venga ahora será mucho mejor que lo que teníamos, esto ya pasó, ahora hay que pararse y tratar de reconstruir para darle lo mejor que uno pueda a la familia, hijos y nietos, estoy muy agradecido de la vida porque estamos bien y eso es lo importante”
Nuestro trabajo ya concluía y mientras ordenábamos todo para bajar a nuestro campamento, don Pedro nos dice “chiquillos, quiero que nos saquemos una foto y que ojalá la pueda tener después para recordarlos siempre, estoy muy agradecido de cada unos de ustedes, grandes bomberos de Melipilla”, creo que esa frase no dejó indiferente a nadie, nos emocionamos y sellamos la despedida con un fuerte abrazo con este humilde y gran hombre que nos hizo reafirmar nuestro juramento como bomberos de dar lo mejor de nosotros, hasta la vida si fuese necesario, ¡¡¡HASTA PRONTO DON PEDRO!!!







Oscar Núñez Olmedo
Voluntario Honorario

1ª Compañía C.B.M.

lunes, 24 de febrero de 2014

Voluntario Honorario Carlos Santibañez Mena.

En la vida de un Bombero, existen muchas cosas importantes y las pagas de cada uno son las medallas de servicio, que se visten en el uniforme de gala de los voluntarios. A veces la vida nos da vueltas del destino y con ello llega el final de nuestro camino a la vida. En el cuartel eterno, nos recibirá el tenor de nuestra institución, los Mártires y nuestros compañeros que nos dejaron con anterioridad.

Es así como recordamos a Don Carlos, Voluntario de la Primera Compañía. Ingreso a la Primera, "Bomba Ignacio Serrano" el 8 de febrero de 1977,
siendo un voluntario con fuerza y gallardía. A lo largo de su trayectoria, se encuentra la función en diferentes cargos, que hace notar su entrega y devoción a la Bomba.



En su historia, deja un legado en la institución, su hijo Pedro, lleva con honor la tradición familiar de ser un Bombero. Tus hijos, amigos y familia te agradecen por tan noble entrega a la comunidad, y te recordaran siempre como el querido "papa frita". El que a cada citación llegaba diciendo alguna broma.

Ahora tus amigos y familia que se encuentran en el cuartel eterno, te llaman a descansar en paz.
Voluntario Carlos Ráfael Santibañez Mena Q.E.P.D.

Hoja de Servicio Voluntario Carlos Santibañez Mena.

INGRESA A LA COMPAÑÍA EL:         08 DE FEBRERO DE 1977

PREMIOS DE CONSTANCIA Y CARGOS DESEMPEÑADOS:



1978                                  DESEMPEÑA EL CARGO DE PRO AYUDANTE.
1981                                  ES ELEGIDO AYUDANTE DE CIA.
1982                                  ES ELEGIDO AYUDANTE DE CIA.
1982                                  RECIBE EL PREMIO DE CONSTANCIA POR 5 AÑOS DE SERVICIO.
1986                                  RECIBE EL PREMIO DE CONSTANCIA POR 9 AÑOS DE SERVICIO.
1987                                  NOMBRADO AYUDANTE GENERAL.
1989                                  NOMBRADO AYUDANTE GENERAL.
1989                                  RECIBE PREMIO DE CONSTANCIA POR 12 AÑOS DE SERVICIO.
1990                                  NOMBRADO AYUDANTE GENERAL.
1991                                  NOMBRADO AYUDANTE GENERAL.
1992                                  NOMBRADO AYUDANTE GENERAL.
1993                                  NOMBRADO AYUDANTE GENERAL.
1993                                  RECIBE PREMIO DE CONSTANCIA POR 16 AÑOS DE SERVICIO.
1993                                  NOMBRADO VOL. HONORARIO DE CIA.
1997                                  RECIBE PREMIO DE CONSTANCIA POR 20 AÑOS DE SERVICIO.
2002                                  RECIBE PREMIO DE CONSTANCIA POR 25 AÑOS DE SERVICIO.
2002                                  ES NOMBRADO VOL HONORARIO DEL CUERPO SIN OBLIGACIONES.
2007                                  RECIBE PREMIO DE CONSTANCIA POR 30 AÑOS DE SERVICIO.
2012                                  RECIBE PREMIO DE CONSTANCIA POR 35 AÑOS DE SERVICIO.


2014                                   23 DE FEBRERO DEL CORRIENTE FALLECE CON 37 AÑOS Y 15 DÍAS DE SERVICIO, CON UN TOTAL DE 1915  OBLIGACIONES, UN TOTAL DE 1721 PRESENTES, 193 AUSENTES Y UN TOTAL DE LISTAS  SOBRANTES DE 471.

domingo, 12 de enero de 2014

Tulsa Fire Department y Cuerpo de Bomberos de Melipilla organizan Curso "Firefighter Safety and Survival"

Dentro de los próximos días, sábado 18 y domingo 19 de Enero se realizará, gracias al Departamento de Bomberos de Tulsa (Tulsa Fire Dept. ) el curso "Seguridad y Supervivencia para Bomberos" (Firefighter Safety and Survival) el Curso tiene programado 16 horas de trabajo teórico y práctico. 

Todo esto organizado mediante el Departamento de Planificación y el instructor encargado de dictar dicho curso, este curso es Certificado por Tulsa Fire Department.

Este Curso es dictado por el Sr. Nelson Ojeda S. quien posee 15 años de experiencia combinada en el servicio de bomberos, incluyendo Chile y Estados Unidos. Actualmente se desempeña como Bombero rentado, Técnico de Emergencias Medicas Avanzado, Técnico y Especialista en Materiales Peligrosos y Operador de Bombas reemplazante (Engine/Ladder) en Tulsa Fire Department, Oklahoma, EE.UU.

Asignado a Paramedic Engine 20, es certificado en el estado de Oklahoma (ProBoard) como instructor II, Oficial de Bomberos II, Técnico en Materiales Peligrosos y NIMS 400 (SCI avanzado). Ha impartido clases prácticas y en línea como Calling the Mayday de National Fire Academy, entre otros, desde el año 2008 a bomberos de países hispanos. Posee titulo universitario Bachelor of Science in Environmental Management, Safety and Occupational Health y titulo Associate of Science in Fire and Emergency Services.